Un 0-0 en Barranquilla, a meses de la Copa Mundial de 1986, fue el escenario perfecto para que Diego Armando Maradona marcara el liderazgo que al poco tiempo lo transformaría en uno de los mitos más grandes del universo del fútbol. 

Para esa época, Maradona brillaba con más luz que el sol. Era la 'vedette' de este deporte en el mundo, y aunque estaba a punto de afrontar su segunda Copa Mundial, vivía uno de sus momentos más bajos. 

Desde Buenos Aires, César Luis Menotti disparaba sin piedad a la cabeza del entrenador de esa época, el doctor Carlos Salvador Bilardo, distante totalmente de su forma de ver el fútbol. 

"La selección no le gusta a nadie", le apuntó el campeón mundial en 1978. Y la verdad, es que ni los mismos jugadores se tenían confianza, reveló Diego en una entrevista a la Asociación del Fútbol Argentino.

"Fuimos con un equipo mediocre", dijo sin ningún rubor el 'Pelusa' en alusión de cómo llegaron a Barranquilla, en 1986, para jugar un partido amistoso en el marco de la inauguración del estadio Metropolitano. 

Era el negocio perfecto para Bilardo, enfrentar un equipo de raza más humilde para llenar a los suyos de confianza de cara al Mundial. A los pocos días, otro juego en Bogotá. Todo entraba en las cuantas, victorias fáciles y nada más. 

Pero el fútbol tiene esas cosas, que te hace sufrir cuando menos crees y te aterriza, te saca lo peor de ti y solo te deja la opción de ser mejor para los momentos definitivos.

Es eso, triunfar con todo lo bueno que te queda luego de las palizas del fracaso o quedarse hundido en el lodazal de las miserias. 

Junior, por su parte, unos días antes perdió ante la Uruguay de Enzo Francescoli por 2-1. 

Era un equipo conformado por Didi Valderrama como gran estandarte y con nombres como los de Carlos Mario Goyen, Alexis Mendoza, Pedro Blanco, Daniel Kuchen, José Perilla Angulo, Luis Grau y Mario Coll.

Maradona no pudo evitar recordar a la AFA como fue ese momento determinante a la hora de reunirse días antes de ese amistoso. 

"Pero cuando nos juntamos en Barranquilla, nos miramos a la cara y nos dijimos que teníamos más equipo de lo pensado", relató.

Sin embargo, la marca asfixiante de Coll por todo el campo de juego, borró a Diego de la cancha y sin su estrella... Argentina era terrenal. Según el astro, mucho menos. 

"El tema es que unos días después jugamos contra Junior y no pasamos de mitad de la cancha. Éramos malos, malísimos, una banda de perros, no podíamos tirar una pared", se burló el mismo Diego. 

La cuestión es que Bilardo supo pisar el freno, el partido en Bogotá fue cancelado. No más papelones contra equipos colombianos. 

El fiasco en Barranquilla hizo despertar el orgullo albiceleste. En el Mundial fueron una tromba. 

Maradona se volvió leyenda. Gol con la mano y esquivando a toda Inglaterra. Pase gol para el título en la final ante Alemania. En fin. 

En Barranquilla, Maradona conoció por milésima vez el infierno, dejó una foto para el recuerdo con Didí Valderrama y despegó su camino a la gloria eterna.